jueves, 3 de enero de 2013

INVOCACIÓN A LA SANACIÓN

Que las fuerzas sanadoras del sol, la
luna y las estrellas y los planetas en
su movimiento, fluyan a través de
mi, y como un río cargado con las
lluvias devuelve las aguas al mar,
pueda yo devolver a quienes no ven
el camino adecuado para la
profunda comprensión de la unidad
de la energía, que baila en todas sus
formas, desde el átomo más
pequeño hasta la galaxia más
grande. Y que durante un segundo,
pueda yo ver desplegarse lo infinito
dentro de mí y así ser libre.


Que el poder curador del aire que
todos respiramos, muestre cómo
compartimos y cómo, con todas y
cada respiración, equilibramos vida y
muerte.


Que el poder curador del agua me
haga crecer, que aprenda a dejar ser
y vivir cada momento en ese flujo.


Que el poder curador de la tierra me
haga renacer, que pueda yo ver el
valor idéntico de todas las diferentes
formas de vida, y así, dentro de mí,
terminar con la discordia.


Que el poder curador del fuego,
encienda el verdadero anhelo de mi
corazón y me lleve más alto.


Que el poder curador de la luz haga
mi visión luminosa para que en mí la
aparente oposición se unifique y
pueda ir más allá de lo bueno y de lo
malo y ya no vea la vida en blanco y
negro.


Que el poder curador del sonido
fluya por mi voz y se extienda y
afine mi oído a todo lo que oigo
para que mi mente se vuelva clara y
yo pueda estar libre de esperanza y
miedo.
En el silencio sin centro, que yo
pueda ver la gracia curadora del
brillante y luminoso
espacio vacío, que sea la esencia de
mi propia mente y así pueda ir más
allá de los conceptos limitados de
nacimiento y muerte y trascienda
falsas visiones del tiempo.


Que por el poder invocado en este
canto nos sea dado a mí y a cuantos
sufren, tornarnos fuertes, y a los
corazones alcanzar la paz que
anhelan.


John Shane 1978
INVOCACION A LA SANACIÓN
Que las fuerzas sanadoras del sol, la
luna y las estrellas y los planetas en
su movimiento, fluyan a través de
mi, y como un río cargado con las
lluvias devuelve las aguas al mar,
pueda yo devolver a quienes no ven
el camino adecuado para la
profunda comprensión de la unidad
de la energía, que baila en todas sus
formas, desde el átomo más
pequeño hasta la galaxia más
grande. Y que durante un segundo,
pueda yo ver desplegarse lo infinito
dentro de mí y así ser libre.
Que el poder curador del aire que
todos respiramos, muestre cómo
compartimos y cómo, con todas y
cada respiración, equilibramos vida y
muerte.
Que el poder curador del agua me
haga crecer, que aprenda a dejar ser
y vivir cada momento en ese flujo.
Que el poder curador de la tierra me
haga renacer, que pueda yo ver el
valor idéntico de todas las diferentes
formas de vida, y así, dentro de mí,
terminar con la discordia.
Que el poder curador del fuego,
encienda el verdadero anhelo de mi
corazón y me lleve más alto.
Que el poder curador de la luz haga
mi visión luminosa para que en mí la
aparente oposición se unifique y
pueda ir más allá de lo bueno y de lo
malo y ya no vea la vida en blanco y
negro.
Que el poder curador del sonido
fluya por mi voz y se extienda y
afine mi oído a todo lo que oigo
para que mi mente se vuelva clara y
yo pueda estar libre de esperanza y
miedo.
En el silencio sin centro, que yo
pueda ver la gracia curadora del
brillante y luminoso
espacio vacío, que sea la esencia de
mi propia mente y así pueda ir más
allá de los conceptos limitados de
nacimiento y muerte y trascienda
falsas visiones del tiempo.
Que por el poder invocado en este
canto nos sea dado a mí y a cuantos
sufren, tornarnos fuertes, y a los
corazones alcanzar la paz que
anhelan.
John Shane 1978














No hay comentarios:

Publicar un comentario