10% son las situaciones y 90% cómo las manejamos. Podemos tener muchas dificultades pero no son nuestros problemas los que nos van a definir sino cómo los tomamos, como un castigo o como reto y una oportunidad para crecer.
A lo largo de la vida nos vamos a enfrentar a muchas adversidades ¿te imaginas si nos dejáramos derrumbar ante cada una de ellas?
Para no dejarnos vencer son necesarias dos cosas muy importantes: optimismo y actitud.
Mucha gente piensa que el optimismo es una tontería y que al final las cosas no siempre salen bien. Pero el optimismo es muy útil en todo momento, porque te da confianza y seguridad de que vas a lograr lo que te propongas. Porque ¿Cómo hacer frente a un reto si estás convencido de que vas a fracasar?
Cuando sabes que te va ir bien te sientes preparado para enfrentarte a todo.
La buena actitud es la capacidad de hacer frente a las cosas de manera digna, luchando hasta lograr lo que queremos sin dejarnos vencer por las circunstancias. Tener una buena actitud te hará las cosas más sencillas y te ayudará a superar obstáculos, sin detenerte a pensar en lo difíciles que son las cosas porque esta clase de pensamientos sólo te hacen perder tiempo valioso.
Y tú ¿tienes la actitud?
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