Lo mismo que nuestros árboles se deshojan, preparándose para recibir sus bellas flores de primavera, debemos estar listos para florecer y recibir los frutos de nuestra nueva vida, dejando ir y deshaciéndonos masivamente de todo lo que ya no necesitamos. Este ritual tan conocido como es la limpieza de primavera, en realidad debes hacerlo al terminar cada ciclo de tu vida y al final de cualquier estación del año. Puedes hacerlo, tanto después de una enfermedad, como al terminar una relación, o simplemente porque has decidido hacer un cambio en tu vida.
El temido armario
Comienza por tu armario o por tu ático, ese temido lugar oscuro lleno de recuerdos, al que te cuesta trabajo llegar. Hazlo regalando todo lo que no has usado en un año y que por ley de energía ya no te pertenece. Abre paso a lo nuevo y despréndete de esas piezas cinco tamaños más pequeñas o más grandes, que tienes guardadas por años. Deja ir aquella antigüedad llena de recuerdos. La memoria está en tu alma, no en las cosas.
Una nueva apariencia
Luce como nueva
¿Como es esa nueva imagen que quieres proyectar? La imagen, no debe ser falsa y no debe estar ligada a lo de moda, debe ser un reflejo de lo que eres o de lo que deseas ser, de tus gustos y de lo que te hace sentir cómoda. Tu imagen exterior debe ser congruente con tu interior. Piensa ¿qué mensajes estás dando con tu ropa y si es tiempo de cambiar las finas cejas de los años 70, la ropa sensual de tu adolescencia? o si por el contrario, ¿guardas la ropa conservadora de los 80, porque quizás le gusta a tu esposo?
Escoge los colores con cautela, respira y piensa cuáles colores te atraen. ¿Cuáles colores te hacen sentir especial? Quizás necesitas rojo y naranja para generar pasión o tal vez azul para calmarte, el negro para el poder y el amarillo para enfocar tu mente.
La gran limpieza
Prepárate mentalmente para ese gran día. Mientras haces la limpieza, piensa en todo lo que ya no es útil en tu vida: acciones, cosas, personas, formas antiguas de pensar y malos hábitos. Mientras vas limpiando, ve haciéndolo también figurativamente en tu interior, dejando ir todo lo negativo.
Tu hogar exterior es un reflejo de tu hogar interior, al limpiarlo y organizarlo ayudas a tu Ser interior a hacer lo mismo.
Pide protección y ora a Dios : “Hoy Te entrego y dejo ir todas estas cosas que representan mi pasado. Te agradezco las experiencias y el tiempo disfrutado. Permito que entres en mi vida y me muestres un nuevo camino.”
Elementos secretos que te ayudarán en la limpieza
Utiliza estas técnicas, no como superstición y sí como un ritual con significado, los símbolos y los elementos te ayudan a enfocar y a enviar un mensaje claro al subconsciente sobre tu verdadera intención de cambiar. Aprendí muchas de estas técnicas de mi abuela, siempre pensé que eran supersticiones hasta que más tarde aprendí su significado energético utilizado también en diferentes culturas.
JABÓN NATURAL - Utiliza un jabón natural para limpieza, dilúyelo bien.
SAL - Utiliza sal natural de mar. La sal, contrario a lo que se piensa, no es de “mala suerte”, al contrario: rompe y absorbe energía negativa, lo cual también sucede cuando te das un baño en el mar.
“Párate en un lugar céntrico en tu hogar, detente, siente y pregunta: ¿Qué necesita mi casa en este momento?”
¿Cómo está tu casa? ¿Tiene una energía nerviosa, demasiada actividad? Coloca entonces unas gotitas de aceite esencial de Lavanda. ¿Está oscura y triste? Utiliza aceite esencial de naranja, le dará jovialidad y alegría. ¿Has pasado una enfermedad? Utiliza eucalipto. Utiliza la sal colocándola en un plato pequeño, por habitación, por 24 horas, echa unas gotitas del aceite esencial. Puedes también lanzarla por diferentes partes de la casa, en especial las esquinas, donde usualmente se acumula energía “muerta”. Asegúrate de barrer toda la sal y botarla lejos de tu hogar.
AGUA - Si puedes hacerlo es buen momento para utilizar agua en movimiento y recurrir a la mejor amiga de la limpieza: “la manguera”, la cual es agua corriendo y con fuerza, todo lo rompe y lo mueve.
Para energizar el agua, y si no puedes utilizar la “manguera”, como yo que vivo en un departamento, sigue los consejos del gran filósofo de principios de Siglo, Rudolf Steiner:
El agua en la naturaleza siempre está en movimiento, en los ríos tomábamos agua “energizada”. Hoy en día al estar en tuberías el agua ha perdido su fuerza.
Ésta es una buena forma de recobrarla: en un cubo de agua grande, echa unas gotitas de aceite esencial y luego, con el brazo, hazlo girar por unos 10 minutos hacia la derecha creando un pequeño tornado, luego hazlo del lado contrario. ¡Buen ejercicio! Ahora, utiliza esta agua para limpiar.
SONIDO - Utiliza el sonido para limpiar el ambiente. Mientras hago la limpieza, utilizo un CD que me regalaron los monjes tibetanos del Monasterio de Drepung, entonando sus mágicos cánticos, pero, sigue tu intuición y utiliza el sonido que necesites. Sean cantos gregorianos o del Perú. Puedes usar desde un tambor, una campana, hasta una maraca o música clásica, tu escoges.
VELAS – La vela trae la luz, siempre se utiliza al comenzar cualquier intención o ritual como forma de apertura. Utiliza una de Soja o hecha de cera de abejas, para evitar la tóxica parafina.
FLORES - Termina la limpieza colocando flores por doquier. Entre las flores espiritualmente poderosas se encuentran las Azucenas, con su penetrante aroma o el jazmín. Si vives en el trópico y tienes un árbol de Ylang Ylang, coloca unas cuantas flores en un plato llano, con agua. Lo importante es que las flores te inspiren, y escogiendo el color puedes lograr diferentes resultados. Igual que en la ropa, el rojo, es pasión y energía, el azul es tranquilidad, el verde es para centrarte, el amarillo para aclarar tu mente, y el púrpura para inspirarte espiritualmente.
Termina por darte un baño de flores, aceites esenciales o un revitalizador. También puedes utilizar miel y azúcar como exfoliante.
Y por último canta o di en voz alta, nuevas y positivas afirmaciones y comienza a escribir en una libreta limpia, todos tus nuevos sueños, muchos de los cuales, si los siembras ahora con amor, sin duda recogerás su cosecha antes de lo que se tarda en abrir el próximo capullo de primavera.
