Puedes practicar este juego denominado «Torrente de apreciación» en cualquier sitio y cualquier momento, porque consiste tan sólo en dirigir pensamientos agradables a través de tu mente. Si anotas tus pensamientos en un papel, te resultará más fácil, pero no es imprescindible.
Empieza por echar un vistazo a tu entorno inmediato y observar relajadamente algo que te complazca. Trata de centrar su atención en ese objeto atrayente mientras piensas en lo maravilloso, hermoso y útil que es. Si te concentras en ese objeto durante un buen rato, tus pensamientos positivos sobre él aumentarán.
Toma nota de tu pensamiento agradable y observa cómo te sientes. Luego, cuando notes que tu pensamiento agradable es claramente más intenso que cuando comenzaste, echa un vistazo a tu entorno inmediato y elige otro objeto atrayente para centrar en él tu atención positiva.
Proponte elegir objetos en los que centrar tu atención que evoquen tu apreciación con facilidad, pues este proceso no consiste en buscar algo que perturbe y observarlo, sino en practicar las vibraciones elevadas. Cuanto más tiempo te concentres en objetos que hagan que te sientas bien, más fácil te será mantener estas frecuencias vibratorias que te producen una sensación placentera.
Puesto que tu propósito primordial consiste, a medida que se desarrolla tu jornada, en buscar objetos que puedas apreciar, adquieres una vibración menos resistente y haces que tu conexión con tu Fuente de Energía sea más fuerte.
Cuanto más practiques la apreciación, menos resistencia opondrás a tus frecuencias vibratorias. Y cuanta menos resistencia opongas, más agradable será tu vida. Asimismo, al practicar este proceso te acostumbrarás a sentir vibraciones elevadas, de modo que cuando caigas de nuevo en un viejo esquema de conversación que propicie una resistencia a tu vibración, te percatarás de ello enseguida, antes de que la vibración se haga demasiado poderosa.
Cuantas más veces halles algo que apreciar, mejor te sentirás; cuanto mejor te sientas, más desearás seguir practicando este proceso; cuanto más practiques este proceso, mejor te sentirás; cuanto mejor te sientas... más desearás seguir practicándolo.
Hasta que al poco tiempo y con un mínimo esfuerzo comprobarás que tu corazón rebosa de alegría al alcanzar una gozosa alineación con quien eres.
Con esta maravillosa vibración que te produce una sensación placentera, desprovista de toda resistencia, penetrarás en un exagerado estado de «permisión»; te hallarás en un estado vibratorio en que el que todo cuanto desees fluirá fácilmente hacia tu experiencia. La situación no podrá sino mejorar.
Si cuando empieces a practicar este juego tu vibración se halla próxima a esas vibraciones elevadas y compruebas que alcanzas fácil y rápidamente esas sensaciones placenteras, sigue practicando el proceso denominado «Un torrente de apreciación» durante tanto tiempo como puedas y en tanto haga que te sientas bien.
Al principio, te recomiendo que dediques 10 o 15 minutos al día a practicar este proceso. Al cabo de unos días, cuando compruebes el gozo que te produce alcanzar deliberadamente y mantener una vibración elevada, lo practicarás muchas veces cada día, durante unos segundos cada vez, en diversas situaciones, porque te produce una sensación muy placentera.
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