El nombre ya es bonito, miterioso: Noche de Reyes. A cada uno le sugerirá cosas distintas, según su edad, principalmente; pero creo que a todos esta noche nos produce ese cosquilleo, esa tensión interna, esa inquietud difusa, recuerdo de nuestros años infantiles, cuando aún teníamos muy borrosa la línea entre ficción y realidad, y soñábamos con magos y regalos venidos de no-sé-dónde. Noche de reyes, noche de deseos, noche de sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario