Conservo tres maravillas que guardo como cosas preciosas.
La primera con palabras se llama dulzura, la segunda se llama calma, la tercera con palabras se llama humildad.
La dulzura hace que pueda tener constancia, la calma hace que pueda tener reserva, la humildad hace que pueda estar sobre los otros...
...y sin embargo ahora, sin dulzura se pretende tener constancia; rechazando la calma se quiere tener reservas.
Despreciando la humildad se quiere estar por encima de los otros, pero estas sólo conducen a la destrucción.
Quienes luchan con dulzura vencerán y aquellos que se defienden con dulzura estarán seguros y el cielo los protegerá.
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