Al menos una vez a la semana, dedicar tiempo a un baño puede contribuir a mejorar notoriamente el estado de la piel y no hay que olvidar que también ayuda a calmar la ansiedad.
Los aceites más utilizados son el limón, menta, lavanda y rosas. Es recomendable utilizar diez gotas de alguno de estos aceites y no más, para que la piel no se irrite. “Un baño de inmersión usando aceites esenciales puede curar y aliviar los dolores musculares y alejar los malos pensamientos”, sostiene la experta en aromaterapia argentina, Luisa Correa.
Este sistema es ideal para quienes tienen frecuentes dolores de espalda o de pies. El baño también es efectivo para aquellas personas que tengan piel seca ya que la hidrata y nutre con la ayuda de aceites y sales de baño específicamente formuladas para una mejor hidratación.
Un buen baño una vez a la semana si no se dispone de más tiempo durante el resto de los días acompañado por una música relajante, es una manera ideal de terminar una larga y agotadora jornada laboral.
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