1. Recuerda, no te puedes disculpar con todo el mundo
Si alguien está faltándote el respeto, quejándose de ti e intimidándote, no trates de hacer algo para caerle bien.
2. Se cuidadoso al elegir quién entra en tu vida
Si dejas que alguien se quede en tu hogar el fin de semana, intentará quedarse la semana completa. Es muy bueno ser generoso, pero esto puede ser la base para dejar entrar a alguien en tu vida. Escoge muy bien, no querrás que alguien comience a contaminar tu vida.
3. Deja de prestar atención
Un parásito necesita un huésped para sobrevivir. Cuando le prestas atención a otra persona, le das energía. Es por eso que si sentimos que cierta persona nos trasmite sus frustraciones, debemos de tener la fortaleza y sutileza de decirle que no podemos seguir escuchándolo, ya que todas esas emociones se drenarán de diferentes maneras y formas que no serán productivas en nuestra vida. Escuchar a otras personas es maravilloso, pero hay una línea que debemos mantener a raya.
4. Respira en la naturaleza
Acércate a la naturaleza, medita, relájate y respira en ella, debes purificar tu interior. La respiración aumenta la circulación del flujo sanguíneo en todo el cuerpo, ayudándote a prevenir absorber la mala energía de quienes te rodean.
5. Hazte responsable en un 100% de tus pensamientos y emociones
Tú eres 100% responsable de cómo te sientes. La percepción que tenemos de nosotros mismos es mayor que la percepción que otros tienen de nosotros. No eres una víctima, nadie tiene poder sobre ti. Considera cómo tus pensamientos o expectativas pueden haber manifestado la situación que te está molestando. Cuando te haces responsable de la forma en que respondes a algo, te conectas contigo mismo a un nivel más profundo. Cuando estas conectado contigo mismo a un nivel más profundo, nadie logrará sacarte de tu centro.
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