El 20 de marzo, el Sol entró en la constelación de Aries y dio inicio al nuevo año astrológico. Un ciclo más de estudios y de trabajos sobre sí mismo, se estará iniciando. Siento que el 2014 será un año sui generis, impregnado de eventos raros en la historia de nuestro planeta. Claro que todo año es especial y tiene sus peculiaridades, pero desde hace bastante tiempo que tengo fuertes intuiciones sobre este año que ahora inicia.
Estando en este ciclo que yo he llamado de pico o clímax del parivartan (la gran transición planetaria, que ocurre principalmente dentro de nosotros mismos), estamos sujetos a experiencias bien diferentes de todo lo que ya tuvimos la oportunidad de vivenciar. Los cambios en las coordenadas del tiempo y la consiguiente aceleración de la quema kármica (especialmente para los iniciados o personas más sensibles) se intensificarán bastante entre abril y octubre de este año. Y para evitar episodios más radicales de olvido de la realidad mayor y hasta mismo para evitar episodios de emergencia espiritual, sugiero el uso de cuatro herramientas:
1) Dedícate de una a dos horas por día a tu práctica espiritual. Sugiero dividir el tiempo entre la práctica de japa (repetición de gurumantra) y el cultivo del silencio focalizando en el vacío. En el caso de no tener un gurumantra, puedes utilizar el Gayatri mantra o simplemente la sílaba OM o RAM - pero si fuera más confortable, usa cualquier nombre de Dios que toque tu corazón. Aunque estés viendo manifestado literalmente el dicho popular que dice "cuanto más rezo, más sombras aparecen ", no te dejes intimidar. Mira las nubes oscuras y déjalas pasar.
2) Servicio o conciencia de propósito: Recuerda que el amor solo puede llegar al otro a través de tus dones y talentos. Pero independientemente de tu trabajo en el mundo, procura dedicarle una hora de tu semana al servicio desinteresado. Por lo menos una hora de caridad, recordando que esta caridad, aunque sea una donación para el otro es una forma de purificar tu egoísmo.
3) Naturaleza: Recuerda conectarte con la naturaleza, de pisar el césped, sentir el viento y deleitarte con la luz de las estrellas... De tomar un baño de mar o en una cascada cada vez que sientas que tu conciencia está comenzando a disminuir. Y aún dentro de este tema, recuerda observar la alimentación. Está atento a tu límite sobre el consumo de alimentos que no sean sátvicos (saludables). Además de esto, alguna actividad corporal puede ser valiosa, especialmente aquellas que generan centramiento.
4) En la medida de lo posible, diviértete. Recuerda el poder de la celebración, del buen humor y la amistad. Y una buena manera de vivir todo eso junto es a través de los encuentros para cantar y bailar.
Con esto, siento que si consigues incorporar estas sugerencias en tu rutina de vida, más allá de atravesar las turbulencias, también podrás aprovechar las fabulosas oportunidades de crecimiento que surgirán (que no son pocas). Serán posibilidades reales de saltos cuánticos en la escala evolutiva…”
Prem Baba
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