Pedir, invocar, meditar, abrirse al poder del amor que está llegando desde Las Pléyades este mes. Estas energías llegan en forma de códigos de luz, impactos lumínicos, sueños, sensaciones diferentes, activaciones hormonales. No hay que interpretar con la mente, hay que recibir en el corazón y dejarse fluir en el nuevo estado de conciencia que se produzca. El espíritu fluye sanando y llenando espacios vacíos en suaves impulsos lumínicos.
El Observador Consciente
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