Quiero saber quién eres.
No me interesa lo que haces para vivir.
Quiero saber cuál es tu dolor y si aceptas el reto de unir a otro tu corazón anhelante.
No me importa cuál es tu edad.
Quiero saber si te arriesgarás a verte como un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.
No me interesa qué planetas cuadran tu luna.
Quiero saber si puedes quedarte con el dolor, mío o tuyo, sin moverte para esconderte o desvanecerte o arreglarlo.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propia tristeza, si te has abierto con las tristezas de la vida, o si te has marchitado desde el temor de dolores futuros.
Quiero saber si puedes estar con la alegría, mía o tuya; si puedes bailar salvajemente y dejar que el éxtasis te llene hasta la punta de los dedos, sin advertirnos de que debemos ser cuidadosos, ser realistas, o recordar las limitaciones de ser humano.
No me interesa si la historia que me contaste sobre el fuego es verdadera.
Quiero saber si puedes contrariar a otro para ser fiel a ti mismo,
si puedes golpear la acusación de traición y no traicionar tu propia alma.
Quiero saber si puedes ser leal y entonces digno de confianza.
No me interesa lo que sabes o cómo viniste aquí.
Quiero saber si te pararás en el centro del fuego conmigo y no retrocederás.
No me interesa dónde o qué o con quién estudiaste.
Quiero saber qué es lo que te sostiene desde adentro cuando todo lo demás se ha caído.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo y si a ti verdaderamente te gusta tu compañía en los momentos vacíos ...
Autor: Anciano Indígena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario