El sistema inmunológico es la fuerza de seguridad que patrulla nuestro cuerpo y lo protege contra la invasión del exterior y la subversión del interior.
Para reforzarlo, sobre todo ante los cambios de clima, situaciones estresantes y epidemias y pandemias como las actuales, tenemos muchas alternativas.
Respiración y pensamientos: ¿cómo respiramos al despertar? Una de las técnicas que más se recomienda es la de tomar aire por la nariz llenando nuestro abdomen, que a su vez llena nuestros pulmones y todo nuestro ser, y exhalar por la nariz desinflando pecho y abdomen.
Podemos armarnos de anticuerpos desde que imaginamos que estamos inhalando salud, visualizando los paisajes que más nos atraen —campos, bosques o mares, ambientes cálidos o frescos, colores brillantes o tenues— y exhalamos enfermedad sacudiéndonos de encima imágenes de sucesos desagradables, violentos, sucios, oscuros. Utilizando el feng shui —tan de moda en la actualidad—, al procurarnos un entorno ordenado y con objetos que nos produzcan placer e inspiración —cuadros, fotos, cuarzos, un jardín zen— podemos iniciar el día con el pie derecho.
Con ayuda de un difusor de esencias o simplemente hirviendo hojas de eucalipto, limpiamos el aire y eliminamos bacterias, mientras hacemos nuestra rutina cotidiana. Si tenemos plantas interiores o una terraza o jardín, acercarnos a las flores y llenarnos de ellas absorbiendo su forma, color y esencia con nuestra imaginación nos encamina hacia un día más productivo.
Un ejercicio ancestral que proponen los chinos es el de abrazar árboles tomando fuerza de sus raíces, energía de su savia, sabiduría de su antigüedad.
Procurémonos el tiempo y espacio para escuchar música y cantar alternando con momentos de silencio e introspección, que abran los portales para nuestra creatividad.
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