sábado, 1 de noviembre de 2008

ARBOLES QUE PROTEGEN

Transparencia en el aire, intensa luminosidad, vientos constantes, horizonte amplio y cielo abierto son positivos por un lado, pero por otro, pueden exponernos a vibraciones
magnéticas y psíquicas groseras. Es posible crear un campo energético vegetal, que sea protector, alrededor de las viviendas o en áreas muy expuestas a las vibraciones provenientes del cosmos. Plantar ciertos árboles, estratégicamente distribuidos, puede
crear la protección necesaria, pues entre sus campos magnéticos existe interrelación.

Por ejemplo:

El roble
Era el árbol de culto entre los druidas. Su dura madera les permitía hacer un tótem y escribir. Es difícil de talar, lo que refuerza su idea de poder, fortaleza y permanencia. La antigua palabra irlandesa que lo designa se traduce como puerta. Esto da una idea de la característica de divinidad que le daban los antiguos: era algo así como el paso a otra dimensión. Creían que el roble proporcio­naba seguridad, valentía, vigor y energías curativas. Sostenían que debajo de un ejemplar de este árbol se podían disipar las enfermedades y las debilidades.
El serbal
Brindaba a los primitivos celtas fortaleza interior para triunfar sobre cualquier peligro o enemi­go. Se lo ha utilizado siempre como protección en las ca­sas, establos e incluso en cementerios. Se lo usaba en los antiguos rituales de adivinación para incrementar la sensibilidad a los mensajes internos, para poder fluir en unidad con el universo.
El fresno
Se consideraba que era un puente con los mundos invisibles. Los antiguos lo usaban en rituales para romper las maldiciones.
El aliso
Decían los druidas que este árbol saca al ex­terior los poderes psíquicos. Las leyendas europeas dicen que la energía del aliso es eterna y que nunca debe­ría cortarse. Se decía que los instrumentos de viento hechos con su madera servían para llamar a los espíritus. Corresponde al héroe celta Bran, cuya cabeza cortada servía de oráculo.
El sauce
Vimos que posteriormente se le atribuyeron cualidades feéricas de persecución a los caminantes. Pe­ro en la antigüedad los celtas creían que el sauce ayuda­ba a todas las realizaciones humanas, dada su flexibilidad. Esta habilidad para curvarse sin llegar a quebrarse enseñaría al hombre que él también es capaz de autoerigirse. El sauce servía también para hechizar a los enemigos, atándolos a un tronco o una rama de este árbol.
El majuelo
Era la planta sagrada que representaba a los Tuatha de Dannan. Servía para contactarse con los Tuatha en su actual estado feérico (ya no mítico), co­mo también con otros seres sobrenaturales.
El acebo
Para los celtas tenía energía masculina. Era un vínculo directo con la energía divina. Por eso te­ner ramitas de acebo servía como protección y para des­pertar la sabiduría.
El avellano
Estaba relacionado con los rituales de los seres mágicos, para el cambio de forma y la proyec­ción astral. Protegía a los viajeros y también servía co­mo escudo para detener la energía negativa.

El abedul
Se creía que preparaba a los seres huma­nos para enfrentar el futuro con esperanza. Se utilizaba en rituales de purificación.
El manzano
Más tarde relacionado con el rapto de las hadas, en el origen estuvo asimilado a la feminidad y la sabiduría.

Por eso , ve hacia los árboles
y ante uno de ellos,
Bello, alto e imponente,
Di estas palabras:
! Yo te saludo! O Árbol vivo y bueno hecho por el creador!!!!

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