sábado, 14 de diciembre de 2013

ENERGÍAS ANGÉLICAS Y COLORES QUE SANAN

La artista plástica Elena Valdéz, que fue discípula de Ernesto Sábado, da talleres de dibujo para que afloren los "trazos del alma" y las vibraciones cromáticas resulten sanadoras.


“Los colores sanan el alma”, dice Elena Valdéz al comenzar su taller de sanación. Veinte mujeres que van desde los 18 hasta los 70 años la escuchan con atención. Están sentadas alrededor de dos largas mesas y en sus manos tienen el libro “María vino a sanArte”, además de cartucheras con lápices de colores, crayones, fibras, brillantina, plasticola.

“Lo comprobamos desde lo cotidiano”, continúa Elena, esta mujer devota de la Virgen del Valle de Catamarca, discípula de Ernesto Sábato y amiga de Víctor Sueiro, quien conmovido por su historia, en 1993 escribió el prólogo de uno de sus libros, titulado “Los trazos del alma”. 

Pero ahora estamos en Bella Vista y mientras Víctor contempla desde el cielo, Elena sigue hablando. “Cuando estamos cansados, agobiados, nos duchamos y, de pronto, vamos al guardarropa y elegimos ponernos una remera blanca o del color que en ese momento nos pide el alma. Entonces, nos volvemos a cargar de energía. Es como que nos reciclamos. Lo que pasa es que los colores son energía”, dice Elena y las mujeres que la escuchan asienten con la cabeza. Tal vez se están acordando de aquella vez que tuvieron ganas de ponerse un vestido violeta o una remera roja.

Elena Valdéz se recibió de maestra normal, pero su verdadera profesión es artista plástica. Nació en Buenos Aires hace 64 años y desde chica empezó a desarrollar su pasión por los lápices y “las pinturitas”, como les dice a los acrílicos y los óleos. Desde entonces ha expuesto numerosas veces, algunas con el aval de quien fue su maestro, el escritor y artista plástico Ernesto Sábato, a quien conoció en su casa de Santos Lugares. Cuenta Elena que fue el propio Sábato el que la impulsó a escribir. 

La obra de Elena tiene varias particularidades. Una es que no usa lápiz, ni goma, ni hace bocetos. Por el contrario, dibuja casi sin levantar el lápiz, sólo lo hace cuando cambia de símbolo. Este tipo de dibujo es llamado psicografía.

Otro estado de conciencia

“Una psicografía es un dibujo que se recibe en un estado de conciencia diferente a la normal, es un estado de absoluta paz. Es un fluir. No hay condicionamiento ni intención. Es como que las manos van dirigidas”, relata Elena. 

El resultado son retratos de seres celestiales o angélicos que llaman la atención por sus ojos vacíos, sin pupilas. “Los ojos son transparentes. Es el todo ver. Pero se pueden pintar, obviamente, cada uno las pinta del color que quiere”, dice.

Y entonces se empieza a revelar la otra profesión de Elena, la de sanadora. “Lo mío es la sanación interior a través de arte. Quiero puntualizar bien que la sanación física la hace el médico. Yo digo: ciencia y religión unidas. Lo mío es interior. Gente que tal vez tenía un nudo en la garganta y pudo soltar, desbloquear la parte emocional en forma sencilla, trabajando con las psicografías y los colores”, explica. 

Ya sea a través de talleres grupales o de encuentros individuales que brinda en los distintos lugares del país adonde viaja, el método de Elena es similar: les entrega a los participantes un libro con sus famosas psicografías dibujadas en blanco y negro, como si fuera un libro de esos que usan los chicos para pintar.

Cada psicografía viene acompañada de una frase, que funciona como oráculo. Entonces, Elena enciende la música y tal vez un incienso e invita a los participantes a conectarse con el dibujo, el color, la palabra y a crear sobre la hoja una obra propia.

Un color, una emoción

Antes de empezar, Elena les pregunta a las mujeres que asistieron a su taller si saben qué día de la semana era cuando nacieron. La mayoría no lo sabe y comienzan a consultar las agendas de sus celulares para saber si nacieron un lunes, un martes o un miércoles.
Es que cada día de la semana tiene un color y cada color activa una energía particular. 

Lunes: “Es el día del arcángel Jofiel. Y el color es el amarillo. Pensemos, en la iglesia católica, ¿quién ostenta una bandera amarilla? El Papa. Representa iluminación y sabiduría. Podemos acudir a este arcángel si tenemos que rendir un examen o firmar un contrato para que ni la letra chiquita se nos escape”.

Martes: “Es el día del amor divino. El color es el rosa y el arcángel es Chamuel, el gran reparador. Supongan que se queda el auto en la ruta, ¿a quién voy a llamar? A Chamuel. Toco la batería, el capot, lo que sea y digo: ‘Amado arcángel Chamuel, te pido asistencia en este momento’. La computadora, la licuadora, la batidora: Chamuel sana, recicla y rapara de inmediato.” 

Miércoles: “Es el día del color blanco. Es la energía del amado arcángel Gabriel, un comunicador. Por algo, los maestros usan guardapolvos blancos. Es ascensión y pureza. Si alguien está deprimido acudimos a su poder y la tristeza se pasa. Gabriel fue el que colocó el manto de invisibilidad sobre María, José y Jesús. Cuando estamos en una situación difícil y queremos que nadie nos vea podemos decir: ‘Estimado arcángel Gabriel, te pido que me hagas invencible e invisible ante cualquier situación imperfecta’. Y nadie los verá.”

Jueves: “Es el día del arcángel Rafael y el color es verde. Representa la sanación. Otra vez, ¿quiénes usan el verde? Los médicos. Entonces, el jueves, al despertarme invoco al arcángel Rafael y sé que ese día voy a hacer una sanación desde mi corazón, desde mis manos, desde mi intención.”

Viernes: “Es el día del arcángel Uriel. El color rojo rubí. Es el color de la prosperidad y la abundancia. A Uriel lo podemos invocar diciendo: “Amado arcángel te reconozco, te quiero, gracias por tu asistencia”. Siempre tenemos que agradecer por adelantado sabiendo que todo está dado, que el universo está perfectamente diseñado para estirar el brazo y tomar lo que necesitamos.”

Sábado: “Es el día del arcángel Sarquiel, el gran transmutador. El color es violeta. Sarquiel es el que ayuda al cambio, al paso incluso de la vida a la vida. Nunca hablo de muerte, hablo de partida de vida a vida. A eso se deben las coronas que se llevan a los velorios, que suelen tener una cinta violeta.”

Domingo: “Es el día del arcángel Miguel. El color es azul. Es el arcángel de ‘corto y libero’. El arcángel de la protección y el que ayuda con su espada a liberar de todo lo ilusorio, lo pasajero, la vejez, la enfermedad. Es el que protege a los caminantes, a los que viajan.”

En el libro “La práctica de las llamas”, el metafísico Saint Germain dice que el estado espiritual de una persona se puede ver por los colores que usa. Probablemente, las personas que visten colores alegres y vibrantes sean más felices que las que prefieren tonos neutros. Y ni hablar de las que usan negro, marrón o bordó. Elena opina que esos colores, que tienen una vibración baja, pueden usarse pero acompañados de otros, que se pueden incorporar a través de una chalina, un collar, un pañuelo. 

“Hay colores faltantes en muchas personas. Lo vemos en cómo se visten. Hay personas que van siempre de negro o gris. Van como desarmadas”, dice. 

Ante la pregunta obvia sobre el negro eterno de la presidenta, Elena responde: “Mostrar un luto tan acentuado y tanto tiempo no nos hace bien. Que nos muestre una voz de esperanza, pero que la dé vestida de violeta, de rosa, o de cualquier color. Tanto negro es demasiado”.

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