miércoles, 14 de agosto de 2013

PUENTE DEL ARCO IRIS

La tradición cuenta, que cuando nos vamos de este mundo, pasamos por ese puente, que comunica el acá, con el mas allá. Nuestras mascotas, aquellos que nos han acompañado en parte del trecho en nuestras vidas, también lo cruzan.

Nosotros seguimos hacia adelante. Pero ellos, si alguien que quiseron en la tierra, aun continúa aquí abajo, retrasan su evolución y se quedan en el parque que rodea el Puente del Arco Iris... esperando a su amigo.

Hay praderas y colinas para que todos nuestros amigos especiales puedan correr y jugar juntos. Hay suficiente comida, agua y luz de sol y nuestros amigos están calientitos y cómodos.

Todos los animales que estaban enfermos o muy viejos recuperan la salud y el vigor. Aquellos heridos o lisiados vuelven a ser fuertes otra vez, a la vez que nosotros los recordamos en nuestros sueños.

Los animales son felices, excepto por una pequeña cosa: cada uno extraña aquella persona tan especial que dejaron atrás.

Todos ellos corren y juegan juntos, pero llega el día en que uno de ellos de repente se detiene y mira a la distancia. El brillo en sus ojos es intenso; su cuerpo empieza a estremecerse. Súbitamente se sale del grupo, volando sobre el verde césped, cada vez más rápido.

Te ha reconocido, y cuando finalmente tú y tu amigo especial se encuentran, se asen uno al otro en alegre reunión, para nunca jamás ser separados. Besos de felicidad llueven sobre tu cara; tus manos vuelven a acariciar la amada cabeza, y de nuevo miras aquellos confiados ojos, que hace tiempo se fueron de tu vida, pero nunca estuvieron ausentes en tu corazón.

Es entonces cuando cruzan juntos el Puente del Arco Iris.

Puente del Arco Iris